30 de septiembre de 2008

Viernes 25


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10.30 hs.
Subo al micro, me siento y al ratito arranca. Me cuesta partir.

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11 comentarios:

Danixa Laurencich dijo...

Ay...hermosa crónica María, hermosa, de la A a la Z... me quedé con la misma tristeza de cuando parte un micro y te lleva lejos del lugar dónd ela pasaste bien,sin ganas de salirme de ese mundo mágico , de libros y colores y chicos, pegotes, maestras con vocación, pueblos soleados ,caminos de tierra, cafecitos en la esquina, mates y barridas bien dispuestos, choferes gentiles, bibliotecarias con sonrisa,carteles de bienvenida,delicias caseras y la verdadera cultura dando vueltas.
Una maravilla. Un beso. Ojalá sigas así.

Unknown dijo...

querida maria: que belleza de viaje, que lugares..que magia , cuanto afecto, a mi, que tengo poquisima paciencia con los niños en general..se me puso la piel de gallina de la emocion!!!Una delicia!

María W. dijo...

Qué bueno, Diani, que este relato evocara otros. Un beso gigante.

Andrea, de verdad fue bello, emocionante. Y tanto maestras, directoras, como bibliotecarias, me ayudaron muchísimo, si no, habría sido imposible hacer talleres con tantos chicos. Un beso alegre por compartir.

Esteban dijo...

¡Hola, María!

Finalmente hoy pude sentarme, tranquilo, con unos mates, a leerme el diario de viaje. ¡Buenísimo! (Que lindo escribís)
Me impactaron especialmente las fotos de la escuela de Cañada Seca, las de los chicos mostrando sus obras. Que personalidades se adivinan ahí... ¡Y que obras!

María W. dijo...

¡Ey, Esteban, gracias por pasar, y leer y decir! Salieron trabajos de verdad increíbles. Fue hermoso.

daniel cimadevilla dijo...

qué lindo, pero qué lindo que lo contás...!!!
me encantó leerlo, y ver las fotos....
te ves espléndida...!!!

1 beso

María W. dijo...

¡Qué lindo que leído también resulte lindo!
Dicho así, con esos signos, me siento un sol con tres rayitos. Gracias, con tres rayitos más.

Jacobo Muñiz dijo...

La verdad es que es precioso lo que cuentas, María. Las anécdotas y todas las enseñanzas y reflexiones que hiciste a partir de ellas. Muchas gracia spor compartirlo, de verdad.
Nunca tuve la ocasión de impartir un taller. De hecho es algo que mis miedos desean que nunca nadie me lo ofrezca hacer, pero por otra parte sé que es algo imprescindible para aprender, puesto que el verdadero conocimiento no llega hasta el momento en el que uno lo transmite y lo comparte. Así que enhorabuena por tu valentía y, sobre todo, por tu actitud de superación y autocrítica ante las contrariedades a las que te enfrentaste.
Besos con admiración.

María W. dijo...

Hola, Jacobo. Qué bueno que pasaras. Entiendo cuando decís que deseás que no llegue el ofrecimiento.. también sentía eso, casi pánico, creyendo que no tenía nada para dar... No sé si es impresindible dar talleres o charlas, no creo. Pero sí acercarse de algún modo a los lectores, escuchando, mirando o contestando. Esa parte, la de la charla, es rica, muy rica, y al menos a mí, es lo que menos me cuesta. Un beso grande.

Yolanda dijo...

Creo que al igual que los demas te diré que me ha gustado mucho leer esta crónica a modo de diario, en la que compartes la experiencia y el agetreo de unos días muy interesantes. Gracias por compartirlo María. Lo de los talleres de más arriba con la grieta muy bonito también. Me gusta mucho visitar la vaca de muchos colores, hacen cosas asombrosas.
Saludos y a seguir disfrutando con las charlas y talleres igual que con los libros.

María W. dijo...

Gracias, Yolanda. Me alegra que lo disfrutaras. Fabiana (la vaca de muchos colores) es una persona muy linda, con una energía envidiable.
Un abrazo.