30 de septiembre de 2008

Jueves 24

...


10 hs.
Llego a la Salita Infantil de la Biblioteca a encontrarme con Caro.

A la izquierda, la Biblioteca. A la derecha, en la vereda de enfrente,
está la Salita, aunque la puerta no se ve. Es desde donde saqué la foto.


Ya sabemos quienes son los ganadores del concurso, lo decidimos anoche.
Saco fotos de todos los trabajos y nos vamos a comprar las cosas que faltan:
papeles para los talleres, dos juegos didácticos, que junto con el certificado,

un año gratis de biblioteca y el libro Sueño de barrilete dedicado por mí,
serán los primeros premios.
Los segundos y terceros, también van a recibir el certificado
(diseñado por Alejandra) y el libro con una dedicatoria.

Ya sé... se ve todo diminuto, pero haciendo clic en las fotos, se ven bien.





Después del almuerzo, volvemos a la Biblioteca.
Falta poco para que lleguen los chicos.

...

14 hs.
También acá tengo un enorme cartel de bienvenida. Lo hizo Caro.


Van llegando. No son los casi 200 chicos que esperábamos.
Un paro de maestros confirmado
anoche, altera los planes.
Una pena. Llegan solamente los de jardín.



Y otra vez cuento el cuento y muestro dibujos.


Nos mudamos a la sala donde están expuestos los trabajos y empieza el taller.

Y al final, cuando casi todos terminaron,
se anuncian los ganadores y se entregan los premios.

Acá, con Ramiro, el único premiado presente.
Allá, al fondo, se la ve a Mirta, la encargada por la tarde,
de Salita Infantil de la Bibiloteca.

Los premiados
Arriba: 1) Agustina Serverich del Taller La Fragua de Gral. Villegas
2)Bautista Díaz Brítez del Jardín IMI de Gral. Vilegas
3) Ramiro Bassini del Jardín IMI de Gral. Villegas
Abajo: 1) Daiana Bertone Jaime del Taller La Fragua de Gral. Villegas
2) Paz Castaños de la Escuela Primaria Nº 1
3) Michael Cardoso de la Escuela Rural de Santa Regina


Tal vez porque sé que este fue el último taller, me desarmo. Me siento cansada.
Cuando ya todos se fueron, me desparramo en la alfombra de la salita infantil
y me dedico a mirar libros.
Mientras, entran y salen nuevos chicos,
sentándose a leer ahí, devolviendo o pidiendo un libro nuevo.
Mirta (encargada de la salita) los atiende, y cuando puede, me convida un mate.
Este lugar es como una casa con la puerta abierta, pienso.
Querría que estuviera a la vuelta de la mía, para entrar y salir como ellos.

...

21 hs. Cena de despedida.

Las otras noches cené, la primera vez con Caro (de la Salita Infantil),
la segunda con Nieves (Directora de la Biblioteca)
y la tercera con Ale (encargada del diseño gráfico).
Esta, la última, es con todas, a la que también se suma Susana (Susanita)
que es quien se ocupa de la Bibliocasilla.


Días anteriores les conté a las chicas que no fui una buena lectora,
que los libros me llegan por afecto, ya sea porque me los recomienda
alguien a quien quiero, porque conozco a quien lo
escribió
o porque algo de ese libro se enlaza con algo de mi vida
o la de algún ser querido,
lugares, situaciones, personajes.
No debe ser lo mejor, ni es un método, pero así me sale,
y
también así llegan lecturas que no se borran.
Todo este preámbulo para decirles, con
vergüenza, que no había leído a Puig
y que ahora, que había andando por sus calles, escuchado
historias,
compartido tanto con ellas y otro montón de gente y de chicos de la zona, iba a
volver a casa, terminar la novela que tengo entre manos, y leerlo.



A último momento, me entregaron un sobre con moño de regalo:
“La traición de Rita Hayworth”
con una dedicatoria para no olvidar. ¡Gracias! Será leído.

...

Y otro gracias muy grande a todos los otros que me acompañaron:
María Laura, Marcelo, Mirta, Celeste, maestras,
bibliotecarias, directoras de escuela, madres, un colega (en Cañada Seca),
periodistas de el Boletín Oficial, del Diario Actualidad,
de la radio de Banderaló...
de los que me disculpo
, además, por no recordar sus nombres.
¡Y a los chicos, a todos, todos, todos, por recibirme con tanto calorcito!

...

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